miércoles, 2 de mayo de 2007

Celulares

1
SMS.

Hace diez años, como mucho, era una palabra desconocida; hoy por hoy, es imposible no escuchar o inclusive participar en el concepto de "mensaje de texto".

2
Pero quiero hacer hincapié particularmente en cómo se ha implementado esta herramienta en la televisión, por ejemplo. Hasta el más mediocre programa televisivo ofrece la opción de enviar un SMS a determinado número con la promesa de un posible premio.

3
¿Adonde quiero ir?

Que se ha generado una nueva manera de producir dinero, un mercado que hace décadas no existía. Pero hoy en día, enviar un mensaje de texto es lo más normal del mundo.

4
En toda situación social, entendiendo en este caso por social como la interacción entre seres humanos, en cualquier nivel, desde el más pequeño hasta el más amplio, el conjunto de individuos pueden dividirse siempre en dos grupos.

5
En primer lugar, la agrupación más numerosa, aquellos que necesitan que se les diga qué hacer y cómo pensar, es decir, el conjunto al que se les vende la ideología, al punto de aprehenderlas, naturalizarlas, formarlas parte de la vida cotidiana.

Cuando digo ideología intento que abarque la mayor cantidad de aspectos políticos, económicos y culturales posibles.

6
Y en segundo lugar, y esta seria la elite, son los que generan e imponen la ideología, léase en este caso, el producto a vender (un mensaje de texto), o sino, ejemplos ampliamente conocidos, el tipo de moda que hay que utilizar, o el modelo de cuerpo aceptado.

7
Por supuesto que estoy siguiendo una linea similar a la de la Escuela de Frankfurt.

8
Entonces, la humanidad entera podría verse dividida en estos dos grupos (que se van subdividiendo a medida que hacemos un zoom en la sociedad -continente, país, clases sociales, grupos cotidianos); masas y masas de gente que esperan pasivamente y casi con desesperación a que la elite les diga qué hacer, y estos mantienen cedadas las revoluciones (no el hecho violento sino un abrir de ojos filosófico), y controlados a aquellos que los alzan con ingenuidad y felicidad.

9
De lo que acabo de escribir se puede decir, ¡qué lectura social trillada!

El típico tipo que se opone a todo.

Sin embargo creo que a todos nos vendría bien de vez en cuando una buena dosis de una Escuela de Frankfurt y de un Nietzsche.

¡¿Por qué aceptar sin chistar las cosas como son?!

THINK BIG!

No hay comentarios:

Para ver mas dibujos click en "Entradas Antiguas"