el Gran Arqueólogo excababa y excababa, y entre más descubría...
...pensaba con horror...:
"...¡Dios Mío! ¡Hay algo
que está completamente mal!
¡algo terrorífico
se esconde en
la fachada de la cotidianeidad!
¿¿Es esto en verdad
lo que hay
en el centro
de todas las almas??"
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